Eras

Eras aquella chica fría, sólida. La chica del asiento de al lado, cercana pero ausente, compañera en este tren que me lleva al viaje más importante de mi vida.
Y lo eres eres todo, lo descriptible y lo que no se puede describir.
La chica por la que cualquiera moriría y mancharía sus manos de sangre. La chica soñadora, en la que su mente se encuentran miles de pensamientos de colores , pero calla.
La chica que solía soñar con un primer beso bajo las luces nocturnas de París mientras le susurran lo mucho que la quieren.
La chica por la cual entregaría mi alma desnuda con tan solo sentir un segundo más tu aliento clavado en mi cuello. Eras la chica triste que si la miras a distancia, se convierte en abismo.
Y yo salté, como salta un suicida: Sin dudar.


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