Así es
La abuela ya no pasa la tarde sentada
en la mecedora, haciendo calceta. Mamá ya no riega las plantas ni cambia
nuestras cosas de sitio. El abuelo ha dejado de rezar y de seguir el calendario,
y mi hermano ya no quiere jugar a videojuegos. Ni siquiera yo he vuelto a
escribir en mi pequeña libreta. Mi padre tampoco toma el té verde de las tres conmigo,
y la vecina ya no está pendiente de nuestras cosas. Mis primos pequeños ya no
juegan por el jardín con el gato, y a mis primos mayores apenas los veo. La
familia hace años que no se junta para celebrar un cumpleaños. Viendo el lado
positivo de este 2027, Juan por fin es viner
y Adriana, blogger. Ahora casi hacen más
quedadas con sus Fans que con el grupo. Y hablando del grupo… Ella y yo
seguimos siendo mejores amigas. Quedamos siempre que podemos, y salimos a cenar
con los chicos. Este post lo escribo
desde el avión, de vuelta a casa después de dos semanas en Francia, un viaje
que ya venía de hace tiempo. Algo importante.
Sara, estoy enganchada a tus microrrelatos. Espero aniosa el siguiente.
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